El cultivo de un huerto ecológico, es mucho más
sencillo de lo que en principio podría parecer, y lo más interesante es que no
sólo es una forma de obtener alimentos frescos y saludables, sino que termina
convirtiéndose en un espacio de disfrute y sana relación con la naturaleza.
El huerto nos aporta hortalizas y frutos: nos da la oportunidad de realizar tareas creativas, de experimentar y descubrir nuevas cosas, de hacer sano ejercicio, de comer alimentos saludables, de respirar aire fresco y de disfrutar plenamente de la vida.
El huerto nos aporta hortalizas y frutos: nos da la oportunidad de realizar tareas creativas, de experimentar y descubrir nuevas cosas, de hacer sano ejercicio, de comer alimentos saludables, de respirar aire fresco y de disfrutar plenamente de la vida.
La práctica del cultivo ecológico ayuda a mantener e
incluso aumentar la fertilidad de la tierra Además de obtener plantas sanas y vigorosas,
conseguimos espacios llenos de biodiversidad, armoniosos, agradables, que nos
abastecen de alimentos frescos y saludables de excelente calidad nutricional y
buen sabor.
La mayor parte de la población vive en ambientes urbanos sin ningún
Disponer de un pequeño huerto nos va a permitir conocer el ciclo de vida de los vegetales y las relaciones entre distintos seres vivos, potenciando nuestra capacidad de observación y ofreciéndonos un recurso educativo muy valioso.
Constituirá un lugar de aprendizaje continuo a través
de la experiencia que vayamos adquiriendo en el cultivo de nuestras hortalizas.
Nos proporcionará alimentos sanos, nutritivos y sabrosos
que nos harán pensar en el origen de los alimentos, y el esfuerzo que hay
que dedicar para obtenerlos, convirtiéndonos en consumidores más responsables y
exigentes en cuestiones como la seguridad y la soberanía alimentaria.